El comienzo de la temporada de esquí en las estaciones invernales de Aragón, se han visto favorecidas por las intensas nevadas que han cubierto ya de blanco las laderas.
Astún, Candanchú y Formigal abrieron sus pistas ayer con un gran éxito. Las de Teruel, Valdelinares y Javalambre lo han hecho hoy, a la vez que Cerler, en el Pirineo. La última pista en abrir será Panticosa, que posiblemente lo haga en el puente de la Constitución.
El negocio de la nieve supone un gran estímulo económico para Aragón, sobre todo en estos tiempos de crisis. Además de la difusión que se le da a la Comunidad Aragonesa, es también un gran impulso para el empleo y la hostelería.
La gran cantidad de nieve caída en las últimas semanas son un buen signo de cara al desarrollo de una temporada que podría convertirse en una de las mejores de los últimos años si la meteorología se pliega a las esperanzas de usuarios y promotores.
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